Sin duda, uno de los desafíos para la mejora de la calidad en la acción tutorial (Torrecilla, Rodríguez, Herrera, & Martín, 2013) es, disponer de resultados que permitan observar los aciertos y desaciertos de la acción tutorial, lo cual se ha convertido en un problema grave ante la ausencia de un diseño metodológico que permita la transformación del trabajo de rutina tradicional al obtener información y con base en los mismos detectar los problemas que, impiden la mejora, aún sin dominar el conocimiento de la disciplina, asumiendo la función tutorial al marco de un modelo, de un programa institucional que lo sustente, bajo la estructura de orientación universitaria.
Se detecta como problema que, no se ha considerado la necesidad de evaluar resultados del impacto de las acciones tutoriales, ante la combinación de las actividades realizadas en el rol de asesor o profesor – tutor desde el punto de vista institucional que, se deben impulsar bajo un clima laboral colaborativo y de asertividad.