Es imprescindible reflexionar y dimensionar la idea de gobierno abierto, participación ciudadana, rendición de cuentas, y el derecho a la privacidad e intimidad, como elementos de la agenda por la construcción democrática. Es fundamental observarlos como temas que se encuentran en la agenda académica y en la agenda sociopolítica para dimensionar de manera más adecuada todos los temas que allí convergen. En primer término, debemos considerar que la idea de democracia no puede entenderse sin considerar los mecanismos de participación ciudadana y de la relación (institucionalizada y no institucionalizada) con los gobiernos. De esta relación se desprenden una serie de elementos que catalizan el fortalecimiento de la democracia en su conjunto, y de su consolidación allí donde se encuentra en desarrollo. Reflexionar hechos sociales y políticos implica considerar que la democracia, la participación ciudadana y el gobierno abierto los contextualizan, los catalizan o los obstaculizan. En segundo término, la rendición de cuentas esta también íntimamente ligada a la idea de consolidación democrática. El campo de estudio que implica a estos grandes temas ha ido ampliando la agenda global y ha hecho de estos un asunto prioritario. La rendición de cuentas es un principio que debe guiar la acción gubernamental. Guillermo O’Donnell (1998, 2004) ha propuesto dos formas de entender este concepto, al analizarlo de manera vertical y horizontal. Para este autor la rendición de cuentas horizontal se da con la presencia de agencias estatales con autoridad legal, encargadas de vigilar y sancionar el desempeño y el uso adecuado de los recursos por parte de los funcionarios públicos y de las instituciones del estado, la relación clásica en ese sentido se da en el control que el legislativo ejerce sobre el ejecutivo respecto al gasto público. La rendición de cuentas vertical es la que se da por parte de la ciudadanía hacia sus gobernantes, ya sea por medio de las elecciones en las que los gobernantes son evaluados periódicamente a través de elecciones, o a través de diferentes mecanismos de participación ciudadana en donde la ciudadanía es capaz de vigilar a los gobernantes en el momento en que llevan a cabo el ejercicio de gobierno. Uno de los elementos más problemáticos para lograr una efectiva rendición de cuentas es el tema de la asimetría de la información. Por un lado, la opacidad ligada al ejercicio público de gobierno, a la ausencia de transparencia en la toma de decisiones y en la información que desemboca en corrupción. Por otro lado, la posibilidad de que grandes cantidades de información puedan ser utilizadas, representa un obstáculo y una oportunidad al mismo tiempo para el mismo propósito. Por ello es necesario reflexionar sobre los mecanismos que permitan tener administraciones publicas transparentes, que permitan diseñar mecanismos eficientes de rendición de cuentas con organismos que sean capaces de detectar y sancionar cualquier caso de corrupción y producir las mejores prácticas para ayudar a fortalecer derechos como el de acceso a la información y eliminar practicas nocivas como la corrupción, incluyendo desde luego la forma en que la información es gestionada. En tercer y último término, la idea de derecho a la privacidad e intimidad ha sido tan dinámica y reciente debido a la fuerza que ha cobrado el mundo interconectado. Para llegar a este punto, al menos ha habido dos procesos históricos que se han intensificado: la consolidación democrática y la era de la información. Estos dos procesos se han encargado de darle importancia a las ideas señaladas antes. La apuesta a los flujos de información, materializadas en las llamadas redes sociales, como Facebook, Twitter, WhatsApp, etcétera, y todas aquellas donde la recolección y almacenamiento de la información dependen de que el usuario, de forma más o menos voluntaria, la coloque a la vista del público y de intereses económicos resulta todo un reto para la regulación de la protección de datos personales. Los nuevos paradigmas en la protección de datos también se inclinan al derecho al olvido. A las redes sociales se suman las llamadas nubes donde también se almacena diversos datos sensibles, como los datos biométricos, patrimoniales, de salud, sociopolíticos y culturales se encuentran, también implican un reto. No obstante, la relación que existe entre el usuario y la aceptación de que su información sea usada para otros objetivos, es prácticamente un tema de estudio. El uso de los dispositivos digitales que asocian las redes sociales y las nubes da origen a prácticas sociopolíticas y culturales que vulneran los derechos e integridad de las personas, sobre todo a los sujetos vulnerables, como los menores de edad. Porque se ven expuestos a que su información sea utilizada para cometer actos ilícitos. El campo de estudio de la protección de datos y el derecho a la privacidad es relevante para conocer el estado actual de los sistemas de protección de datos ante los nuevos retos que supone la colocación de información sensible de las personas en plataformas digitales, su recolección, almacenamiento, y disposición final de los datos que da origen a nuevas formas de socialización que no siempre son legítimas.